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Ojalá no te hubiera conocido nunca, ni hubiera ni hubiese. Sacrificaría todos los buenos momentos. Las noches al relente, las madrugadas de risa, las borracheras consentidas. La vida que nos dejaba pasar. Pasarnos de todo. Ponernos hasta los dientes de ganas. (to become hot)
Ojalá no te hubiera conocido nunca, ni hubiera ni hubiese. Sacrificaría todos los buenos momentos. Las noches al relente, las madrugadas de risa, las borracheras consentidas. La vida que nos dejaba pasar. Pasarnos de todo. Ponernos hasta los dientes de ganas. (to become hot)
Ojalá no te hubiera conocido nunca, a cambio perdería todos
los buenos momentos. Tus puntos de humor, mis llantos, los abrazos. Las ganas de vernos; las que ahora tenemos,
la que tengo y no quiero.
Ojalá no hubiese existido ese verano, ni ese día, ni esa
tarde, ni esa playa. Ojalá se hubiera pausado todo en aquella madrugada.
Ojalá no nos hubiéramos conocido nunca. Perdiendo todos
aquellos buenos momentos, los que no sabré
compartir con ningún otro. Ni conmigo siquiera. Ni hubiera ni hubiese jamás
haberte dicho mi nombre, ni yo saber el
tuyo completo, ni tus manías ni tus sueños. Aunque hubiera perdido el no conocer tu entorno. Que
perderme por tu terreno, por tu vida. Tus consejos: tú. No, ojalá nunca. Aunque
a cambio, hubiera perdido por no poder vivir esos buenos momentos. Nuestras maneras, nuestras risas. Mis llantos, los tuyos, nuestras manos. Ojalá nunca, porque odiamos la soledad
y nos perfumábamos de nuestra mutua presencia.
Ojalá vida, no te hubiera conocido nunca y no estar hoy aquí
echándote en falta (missing you). Y no estar hoy aquí evitando verte. Por mi miedo a perderme, por miedo a
todo. Por miedo a volver a vivir esos
buenos momentos. Las largas noches de guasa, mis ideas, tu apoyo y acostumbrarme
a eso. A necesitar esos buenos momentos.
Ojalá decía, no te hubiera conocido nunca. Así no tendría ya
ahora que volver a conocerme